Observar la televisión peruana hoy en día genera una
contrariedad evidente en cada persona que analiza un poco el contenido de los
programas actuales de moda. Encender el televisor a la hora del almuerzo es a
veces una resignación a tener que observar programas sin contenido mayor que el
observar a un grupo de personas semidesnudas jugar o escuchar los chismes del
día en la farándula local.
Los programas culturales se han visto apedreados
figurativamente del contenido habitual de la televisión peruana para optar por
programación fácil y que no sea complicada de entenderla. En gran parte
reducida solo a la programación de TV
Perú, en donde se puede encontrar diversidad y riqueza en su programación para
diferentes gustos culturales. Salvo este oasis televisivo, los demás canales de
televisión peruana brillan por la ausencia de una programación educativa o
mínimamente más elaborada que solo bailar en un tubo a nivel nacional.
Sammy Sadovnik, un periodista deportivo peruano radicado en
Estados Unidos, que migró dejando una televisión peruana aun medianamente
cultural en su programación, regresó este año (2016) y dijo lo siguiente: “La
televisión peruana ha involucionado”. Siendo directo en que las producciones
nacionales se han aligerado y ya no se toma en cuenta mucho la calidad de los
programas para el público.
“Me parece que hay tendencia a lo fácil, poca producción,
poca investigación. Entiendo que hay que entretener a la gente, pero creo que
hay que dejarle un poco más que la propia entretención y creo que hacia eso debe
apuntar la buena televisión”, dijo Sadovnik. Punto que muchas personas reclaman
a la televisión peruana pero que esta última hace oídos sordos.
Su visión, aunque en nivel general, la televisión se ha
vuelto más sencilla en estos tiempos, el caso peruano es un punto en el cual se
hace una inflexión a lo que se podría decir entre buena televisión y mala
televisión.
Lamentablemente somos un ejemplo de mala televisión en la
cual poco o nada se respeta al televidente sobre la calidad y el contenido de
los programas de televisión, No exigimos en gran medida un cambio verdadero en
esta área, por tanto es difícil que se sienta este malestar que es evidente en
la sociedad peruana.
Hugo Coya, en el artículo “¿Qué hacer con la televisión
peruana?” publicado en Utero.pe lo dice finamente: “Sea como sea, la situación
actual ha devenido en que la televisión peruana posea contenidos de bajísima
calidad, extremadamente violentos y pocos plurales.” Lo mejor para nuestros
televidentes.
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